Pensando en el nuevo trabajo propuesto y la tarea durante todo el curso de hacer arquitectura dentro de un paraje natural y no urbano, como hasta ahora. He llegado a la conclusión de que es muy importante entender qué significa construir en uno u otro sitio. En este análisis de las diferencias he encontrado trabajos interesantes como el siguiente.
Este proyecto de Stephane Beel me ha llamado la atención por principalmente dos decisiones que toma al construir en un entorno natural y salvaje como es el bosque en el que se emplaza. Busca en su posicionamiento que una parte del volumen quede flotando sobre el terreno, por lo tanto su patio central queda intransitable a pie plano desde la vivienda.
Creo que mediante este gesto consigue distanciarse de una relación directa con el exterior pero a su vez consigue un mayor vínculo emocional con la naturaleza. Esta naturaleza salvaje es libre y fluye por la casa, no queda encerrada entre cuatro paredes, no queda limita.
Otra propuesta de proyecto interesante es que su vivienda no deja de ser un programa dispuesto de forma lineal que se accede por la mitad y se enrosca sobre si mismo. De tal modo consigue capturar una parte del bosque y hacerla parte de la casa como hemos visto anteriormente.
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